Denominación de aulas del Instituto D-159 “San Benito Abad”
¿Sabías de dónde
proviene el nombre de las aulas de nuestra Escuela?
Aula San José
El
silencio. Hay un silencio de apocamiento, de complejo, de timidez. Hay también
un silencio despectivo, de orgullo resentido. El silencio de José es el
silencio respetuoso y asombrado, que escucha a los demás, que mide prudentemente
sus palabras. Es el silencio necesario para encauzar la vida hacia dentro, para
meditar y conocer la voluntad de Dios. José es el santo que trabaja y ora.
Trabajar bajo la mirada de Dios no estorba la tarea, sino que ayuda a hacerla
con mayor perfección.
Aula Santa Gertrudis:
Santa
Gertrudis Enseña al mismo tiempo que "la adversidad es el anillo
espiritual que sella los esponsales con Dios".
Santa Teresita nació en Alezón, Normandía, 2
de enero de 1873 – falleció en Lisieux, Normandía, 30 de septiembre de 1897.Sus
padres eran San Luis Martin y Santa María Celia Guérin.
Fue una religiosa carmelita descalza francesa
declarada Santa en 1925 y proclamado Doctora de la Iglesia en 1997 por Juan
Pablo II. Es representada como religiosa carmelita, abrazando un crucifijo
envuelto en rosas.
¿Qué nos enseña Santa
Teresita?
Nos enseña un camino para llegar a Dios:
la sencillez de alma. Hacer por amor a Dios nuestras labores de todos los días.
Tener detalles de amor con los que nos rodean. Esta es la “grandeza” de Santa
Teresita. Decía: “Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra. “El
secreto es reconocer nuestra pequeñez ante Dios, nuestro Padre. Tener una
actitud de niño al amar a Dios, es decir, amarlo con simplicidad, con confianza
absoluta, con humildad sirviendo a los demás. Esto es a lo que ella llama su
“caminito”. Es el camino de la infancia espiritual, un camino de confianza y
entrega absoluta a Dios.
Aula Santa Escolástica
Aula San Plácido
Existe un milagro que vinculó de por vida a Benito, Mauro y Plácido. Se afirma que un día Plácido se encontraba tomando agua del lago, accidentalmente cayó y fue arrastrado rápidamente por la corriente. A pesar de que Benito se encontraba a una buena distancia del lago, milagrosamente supo lo que había sucedido y de inmediato ordenó a otro monje, Maurus, correr hacia el lago para salvar a Plácido. Cuando Maurus llegó al lago – sin pensarlo- corrió sobre la superficie del agua, agarró a Plácido por el pelo y lo arrastró hasta la orilla. Sólo se dio cuenta de que había caminado sobre el agua después de que él estaba ya de vuelta en tierra. San Gregorio Magno escribe que Maurus “se maravilló y tenía miedo de lo que había hecho.”
Y
aquí es donde las cosas se ponen todavía más extrañas. Hablando sobre el evento
más tarde ese mismo día, Maurus insistió en que difícilmente había estado
consciente de caminar sobre el agua mientras lo hizo. Plácido por su parte afirmó
que la persona que lo había sacado del agua en el medio del lago no llevaba
puesta la ropa de Maurus, sino la de Benito. En otras palabras, de alguna
manera misteriosa, aunque Maurus había sido el que fue al lago, Benito había
trabajado milagrosamente a través de él para caminar sobre las aguas y salvar a
Plácido.
ALUMNOS:
NAYLA, KROMM;
RODRIGO OLIVO;
LUCAS ROBIROSA,
SANTIGO REGNER
No hay comentarios:
Publicar un comentario